6/10/2022

El voto electrónico es una forma de votación que utiliza tecnología moderna para votar y contar los votos. El voto electrónico se define como un sistema de voto desmaterializado en el que se descartan los soportes físicos del voto tradicional. Con este nuevo tipo de votación, el recuento de votos se realiza automáticamente mediante sistemas informáticos. Dependiendo de la decisión del Estado, la localidad, la asociación o la empresa, este tipo de votación puede realizarse acudiendo a un colegio electoral electrónico o a distancia a través de Internet. 

Voto electrónico por imagen
Un colegio electoral electrónico es un lugar donde el votante puede votar discretamente, lejos de miradas indiscretas o presiones del exterior

¿Qué es un colegio electoral electrónico?

La creación de un colegio electoral es un paso obligatorio en unas elecciones. Es un lugar donde el votante puede votar discretamente, fuera de la vista o de la mente. Se supone que contiene todo el material necesario para las elecciones, como una cabina de votación con una urna, las papeletas de los candidatos y otros documentos. A diferencia de un colegio electoral tradicional, la máquina de votación sustituye a la urna en la cabina electoral de un colegio electoral electrónico. Los demás soportes de papel son sustituidos por este ordenador de votación. El elector utiliza la máquina de votación para emitir su voto electrónicamente. Siguiendo las instrucciones que aparecen en la pantalla del ordenador de votación, el votante realiza su elección tecleando en el teclado. El voto se registra inmediatamente y se almacena en la máquina. El uso de una máquina de votación está autorizado por la constitución francesa según el artículo L57-1 del código electoral. Sin embargo, el artículo L58 especifica que en los colegios electorales en línea no se permite el voto en papel.

Ventajas del voto electrónico

El uso del voto electrónico ahorra tiempo en unas elecciones, ya que no es necesario recoger papeletas ni contar votos. Además, este moderno sistema de votación facilita las cosas a los votantes. Ya no tienen que elegir entre las papeletas de los candidatos, sino que les basta con pulsar el botón correspondiente a su elección para que su voto sea contabilizado. Los resultados se obtienen justo después del cierre de las urnas sin preocuparse por un error de recuento, puesto que ya no hay recuento. Además, el voto electrónico por Internet aumenta la participación electoral. Por no hablar de que permite expresar su elección a las personas con discapacidad, a los expatriados y a quienes están de viaje.

Desde un punto de vista económico, el uso del voto electrónico reduce los costes de las elecciones. Ya no es necesario gastar dinero en imprimir material electoral. El sistema de voto electrónico no requiere tanto personal como el sistema tradicional, lo que reduce enormemente los costes. Como consecuencia, la eliminación del soporte papel hace que el voto electrónico sea respetuoso con el medio ambiente. Además de la rapidez y las ventajas económicas, el funcionamiento del voto electrónico facilita el trabajo de los organizadores. Ahora pueden concentrarse en otras tareas relacionadas con las elecciones, como los diversos informes y actas, y los memorandos. Por último, el voto electrónico tiene fama de ser seguro, su utilización respeta los textos legales y está aprobado por la legislación, la CNIL y el Consejo de Estado. El riesgo de impugnación es mínimo gracias a la ausencia de recuento. 

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Es posible piratear el sistema gracias a los avances tecnológicos.

Riesgos del voto electrónico

Las nuevas tecnologías favorecen el voto electrónico. Sin embargo, su uso entraña riesgos. Antes de decidir qué tipo de sistema de votación utilizar, es importante recordar las características inminentes que deben observarse: el secreto del voto, la integridad de la elección y la transparencia del sistema. Como ocurre con cualquier equipo electrónico, en cualquier momento puede producirse un fallo en el software y causar problemas en el registro de los votos e incluso modificar los resultados. Además, la piratería del sistema es una posibilidad, gracias a los avances tecnológicos. En otras palabras, los intrusos pueden acceder al sistema y cambiar el resultado sin ser vistos. Este tipo de acción maliciosa podría realizarse directamente en el dispositivo o a distancia a través de Internet. Una persona que controle el sistema también podría introducir deliberadamente un virus en el ordenador para destruir o alterar los datos electorales.

Además, con el voto electrónico no es posible el recuento en caso de desacuerdo sobre los resultados. El fraude electoral siempre es posible, independientemente del tipo de votación adoptado. Con el voto en línea, una persona en posesión de las credenciales de otra puede votar en su nombre sin ser descubierta. Por no hablar de que los sistemas de voto electrónico son diseñados y vendidos por empresas privadas. Por tanto, no hay ninguna garantía de que la empresa no tenga en su poder una clave idéntica a la del dispositivo que ha vendido y la utilice en detrimento de un partido durante las elecciones. Además, el coste de adquisición de una máquina de votación, instalación, mantenimiento y seguridad de los locales es tan elevado para un único uso cada 2-3 años. Habría que ahorrar a largo plazo antes de proceder a este nuevo tipo de votación.

El uso del voto electrónico es, sin duda, la mejor manera de mejorar el proceso de votación y lograr una alta participación. Sin embargo, según los informes sobre varias experiencias electorales, existen muchas dudas sobre la sinceridad de las papeletas.