Para ser válido, un convenio colectivo de empresa debe negociarse previamente entre el empresario y uno o varios sindicatos que representen a los trabajadores de la empresa. Sin embargo, estos sindicatos deben haber obtenido más de la mitad de los votos emitidos en la primera vuelta de las últimas elecciones industriales. No siempre es fácil llegar a un acuerdo entre las dos partes. Por eso el legislador pretende flexibilizar este régimen aceptando que los convenios colectivos no respeten estas condiciones. A cambio, exige la organización de un referéndum en la empresa para que estos convenios sean válidos. Puede obtener más información sobre este tema consultando las ordenanzas Macron del 22 de septiembre de 2017.

De hecho, es la presencia o ausencia de delegados sindicales (DS) en la empresa lo que determina si es necesario o no un referéndum para validar un convenio colectivo. Así, si no hay delegados sindicales en la empresa, es necesario validar el convenio colectivo por referéndum. Este es el caso de una empresa de entre 11 y 49 trabajadores, en la que son el empresario y un trabajador mandatado por un sindicato representativo del personal quienes celebrarán el convenio. En el caso de una empresa con más de 50 empleados, el convenio lo celebran el empresario y un miembro electo del CSE, que también recibirá el mandato de un sindicato representativo. Del mismo modo, también debe organizarse un referéndum de empresa para validar un convenio colectivo si la empresa cuenta con delegados sindicales. Pero esta vez el acuerdo será entre el empresario y los sindicatos que no tengan mayoría. No obstante, estos sindicatos deben haber obtenido más del 30% de los votos en la primera vuelta de las últimas elecciones industriales.

Acabamos de ver las condiciones para organizar un referéndum de empresa. A este respecto, esta consulta afecta a los trabajadores del centro de trabajo cubiertos por el convenio colectivo. Además, estos trabajadores deben tener más de 3 meses de antigüedad en la empresa y ser mayores de 16 años. En cuanto a la organización de la consulta propiamente dicha, puede elegir entre el voto clásico y el votación electrónica. Sin embargo, es esta última solución la que más interesa a las empresas. En efecto, el voto en línea es fácil de instalar, seguro y fiable. Por no hablar del ahorro de tiempo y dinero que supone. Por otro lado, es esencial desarrollar un protocolo electoral. Esta tarea corresponde a las organizaciones sindicales firmantes del convenio colectivo. A continuación, corresponde al empresario validar este protocolo antes de ponerlo en conocimiento de los trabajadores por todos los medios disponibles.

Ha llegado el momento de elegir el software de votación que le permitirá llevar a cabo un referéndum de empresa. La ergonomía, la facilidad de uso y la seguridad son los principales criterios de selección. Existen plataformas en el mercado que cumplen todos estos requisitos. Por ejemplo, la herramienta cumplirá con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y con las recomendaciones de la CNIL. Además, garantiza el anonimato y el secreto del voto. Sin olvidar que es totalmente trazable y transparente. Por último, cabe señalar que la votación debe realizarse en los dos meses siguientes a la firma del convenio colectivo.

Ahora dispone de todos los conocimientos necesarios para organizar un referéndum de empresa. Puede confiar en el voto electrónico para realizar una consulta fiable, rápida y segura.