El voto electrónico también se conoce como voto en línea. En los últimos tiempos se ha hecho exponencialmente más popular entre las empresas. De hecho, este tipo de votación presenta una serie de ventajas para las empresas. Entre ellas, la facilidad de aplicación y la comodidad. Por no mencionar que el voto electrónico le permite evitar perder tiempo en su organización. Y puede ahorrar mucho dinero utilizando este tipo de votación.

No cabe duda de que es útil conocer el entorno jurídico del voto electrónico en una empresa. En efecto, este tipo de votación permite asentar aún más la democracia en entidades como una empresa. Además, es más fácil de organizar y requiere menos tiempo que una votación tradicional en papel. Por no mencionar que es más fácil supervisar la elección y obtener los resultados a tiempo. Por otra parte, el uso del voto en línea ha sido facilitado por la Ley del Trabajo de 8 de agosto de 2016. Así, según el artículo R. 2314-5 del Código del Trabajo y el Decreto n.º 2017-1819 de 29 de diciembre de 2017, el empleador puede decidir utilizar el voto electrónico si no existe un acuerdo de grupo o de empresa. Sin embargo, debe iniciarse previamente un intento justo de negociación entre las partes implicadas.

Debe saber que el voto en línea tiene varias ventajas para una empresa. Por ejemplo, la organización y el recuento del voto se simplifican. Por un lado, el empleado puede votar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Todo lo que necesitan es una buena conexión a Internet y un teléfono móvil, ordenador o tableta para navegar por la plataforma dedicada. Por otra parte, este proceso simplifica el recuento de votos. Por no hablar de que puedes publicar los resultados de la votación lo antes posible. Y no perder de vista la necesidad de proteger el medio ambiente y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Las papeletas se desmaterializan. Esto limita considerablemente el uso de papel.

Sin embargo, su empresa no puede organizar una votación electrónica a su antojo. En efecto, existe una recomendación de la CNIL de 21 de octubre de 2014 que enmarca el voto en línea. Esto significa que debe respetar medidas de seguridad específicas. Por ejemplo, la solución técnica que su empresa haya elegido debe ser validada por una sociedad formada por expertos independientes. Además, la puesta en marcha de un voto por internet le impone una serie de puntos. Por ejemplo, debe respetar estrictamente las recomendaciones de la CNIL sobre el voto virtual. En segundo lugar, es indispensable tomar todas las precauciones para garantizar la seguridad de los datos. Y ello, teniendo en cuenta los riesgos que pueden producirse durante el tratamiento y también la naturaleza de los datos en cuestión.

Cabe destacar que es esencial respetar los principios más importantes de unas elecciones, a saber, la libertad y el secreto del voto. Por lo tanto, debes enviar a cada votante su nombre de usuario y contraseña por medios diferentes. Por ejemplo, envía uno por correo electrónico y el otro en papel. De este modo, garantizas el secreto del voto y evitas posibles suplantaciones de identidad. Además, estos códigos son válidos para una sola sesión de votación. En cambio, hay que utilizar 2 sistemas informáticos separados y diferentes. Esto hace imposible establecer cualquier vínculo entre la identidad de un votante y su elección durante la votación.